10/27/2011

SUEÑOS CUMPLIDOS


Por:  Comunicación Social - Periodismo VI y VII   semestre Nocturno/Diurno

Esta crónica relata otra cara del plan Bogotá Sin Hambre desarrollado por la Alcaldía Mayor para familias de escasos recursos.

Cerca de 210.000 personas, entre niños y adultos, se están beneficiando del programa Bogotá Sin Hambre, que auxilia a familias de estrato 1 y 2 o con nivel Sisben 1 y 2, mejorando los hábitos alimenticios y nutricionales, así como estilos de vida saludable en gente que lo necesita.
Actualmente existen más de 170 comedores comunitarios repartidos en diferentes localidades como Bosa, Kennedy, Suba, Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Santa Fe y La Candelaria. El plan tiene un presupuesto de duración de un año, durante el cual seguirá alimentando a más familias de escasos recursos mediante sus dos modalidades: 1) comedores de referencia,  y 2) Red de Comedores Amigos.
Fuente de imagen:
http://www.bogota.gov.co/portel/libreria/jpg/comedorsancamil400.jpg
Muchos de los alimentos entregados en este plan, hacen parte de las alianzas que ha hecho el Departamento Administrativo de Bienestar Social (DABS) con entidades como el Banco Arquidiocesano de Alimentos con donaciones de hiper mercados, cajas de compensación, de trabajadores de entidades distritales y de algunas agencias internacionales.
Don José, encargado del comedor, relata que a diario llegan  alrededor de 600 personas de las cuales 450 están inscritas, o son reconocidas, y el resto, son almuerzos que regalan para transeúntes, vendedores, vigilantes o indigentes; luego, sale por la puerta hacia la improvisada taquilla donde está Tatiana, entregando a los usuarios un tiquete que reciben al cancelar 300 pesos. Con ese tiquete, que tienen dos colores distintos, pueden pasar al comedor para  recibir el almuerzo. Los colores identifican las porciones, verde para adultos y azul para niños.
Este agite diario es común en los comedores comunitarios habilitados por la Alcaldía Mayor para el desarrollo del plan Bogotá Sin Hambre,  donde niños de escasos recursos pueden recibir un almuerzo nutritivo y completo, antes de o después de llegar de su lugar de estudio.
Don José sigue contando que ese comedor ya existía, pero que desde que el plan se implementó mucha más gente de la zona,  ha podido acceder y agrega; “las personas interesadas que quieran beneficiarse del programa Bogotà sin hambre sólo deben buscar un Centro Operativo Local, también conocido como COL, dentro de su localidad y allí solicitar el servicio; se hace un estudio, y si es aprobado por el Comité de Beneficiarios y Beneficiarias se le informa a la persona dónde puede encontrar un comedor comunitario cercano a su casa, para comenzar a disfrutar del programa”.
Don José, está en la taquilla mirando la gente curiosa que se asoma y se va. Con voz paciente les dice “siga”, algunos lo ignoran y otros no. El comedor está por cerrar la atención al público, ya casi es la 1:30 p.m. pero, sigue entrando gente. Él solo espera que algún día la ciudad esté llena de comedores comunitarios en los cuales la gente pueda asistir a comer con toda la tranquilidad del caso, como sucede, según él, en Berlín y en otras ciudades europeas.

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