UNA HISTORIA DE CALIDAD

Por Carlos Alberto Pabón M.
Coordinador de Planeación y Calidad

El concepto de calidad ha evolucionado a lo largo de la historia. El desarrollo de la calidad data aproximadamente del año 3000 a. C. con la construcción de las pirámides de Egipto, basta conocer los diseños y las pirámides para poder apreciar el esfuerzo del hombre por hacer las cosas bien.

Reflejada también  esta preocupación del hombre en tiempos antiguos en el Código de Hammurabi (1760 a. C.) que citaba en una de sus leyes “Si un albañil construye una casa para un hombre, y su trabajo no es fuerte y la casa se derrumba matando a su dueño, el albañil será condenado a muerte”.

Podríamos brevemente recorrer la historia citando algunos destellos significativos en torno a la preocupación del hombre por mejorar cada vez mas; así tenemos:

El papel de los artesanos en el siglo XIII, quienes se empeñaban en que la calidad estuviera presente en lo que hacían, convirtiéndose así tanto en instructores como en inspectores de sus productos haciendo control de calidad; ya en la Edad Media, surgen mercados con base en el prestigio de la calidad de los productos, se popularizó la costumbre de ponerles marca.

En tiempos de la Revolución Industrial con la aparición de las fábricas, se desarrolla la inspección para señalar a los productos que no se ajustaban a los estándares deseados de calidad; y en el siglo XIX en los Estados Unidos se implantaron nuevas formas de evaluar la calidad con ingenieros de métodos y tiempo; a comienzos del siglo XX Henry Ford introdujo nuevas formas de inspección para separar los productos aceptables de los no aceptables.

Durante la Segunda Guerra Mundial la necesidad de mejorar los productos dio por resultado un aumento en el estudio de la tecnología del control de calidad, después de la guerra se desarrollaron métodos estadísticos de control de calidad, y así podríamos citar innumerables acontecimientos que nos revelan que la evolución del concepto de calidad ha ido siempre ligada a las tendencias en la gestión empresarial que se han ido dando a lo largo del tiempo.

Antes de los años setenta la empresa se centraba principalmente en producir, la demanda era creciente o al menos estable, y el control del mercado lo ostentaban los productores, con lo que el concepto de calidad tenia una importancia secundaria.

En los años setenta, tras la crisis del petróleo, se produjo un recrudecimiento de la competencia a nivel internacional, una grave recesión económica acompañada de una gran inflación, y un incremento considerable de los costes financieros. El cliente pasó a ser quien controlaba el mercado al disponer de una gran variedad de posibles alternativas, con lo que demandaba, cada vez con mayor intensidad, productos y servicios de calidad.

Ya específicamente en el sector educativo podríamos señalar que a  partir de la Segunda Guerra Mundial  se produce en los países centrales, que tenían asegurada una buena infraestructura educativa para toda la población, un movimiento para impulsar una mejora cualitativa de la educación, considerando los nuevos desafíos de la sociedad. La creciente presión que ejerce la economía sobre la educación hizo que se impusiera en la literatura pedagógica  y en las políticas científicas el tema de la "calidad educativa"; concepto  complejo que entraña diversas dimensiones que lo articulan en una unidad verdaderamente integral. La calidad educativa, poco a poco va siendo considerada como una exigencia social.

Este es un marco histórico que brevemente señalo para poner de manifiesto que la universidad está íntimamente ligada a la cultura y no se la puede evaluar sin hacerlo simultáneamente con la cultura de sus protagonistas.