Pre-ludio
Esta historia
solo aparece
si ellos dos abren los ojos al mismo tiempo;
al existir esa coincidencia voluntaria
se desborda el mar de palabras
que solo vive
en sus curiosas miradas.
Y así
las olas van narrando
un recuerdo
que no se ahoga con las lágrimas del reloj…
se desborda el mar de palabras
que solo vive
en sus curiosas miradas.
Y así
las olas van narrando
un recuerdo
que no se ahoga con las lágrimas del reloj…
I
El viento atrás,
rompiendo a la gente
y nosotros
en medio de una calle
soñando a través del tiempo
que el otro exista.
rompiendo a la gente
y nosotros
en medio de una calle
soñando a través del tiempo
que el otro exista.
II
La ventana (de tomar café)
quedó herida (y sin mechera)
por el relato amargo
de dos luces…
almas,
paranoicas]
…perdidas en la infinita ciudad.
quedó herida (y sin mechera)
por el relato amargo
de dos luces…
almas,
paranoicas]
…perdidas en la infinita ciudad.
III
Me gusta imaginar
que la pienso en un futuro,
que con un suspiro
la puedo observar al lado mío.
que con un suspiro
la puedo observar al lado mío.
Me gusta imaginar
que la recuerdo encarecidamente
cuando estoy en mi habitación
fumando,
sonriendo,
anhelando la seda que se desprende
del delirio de sus labios.
que la recuerdo encarecidamente
cuando estoy en mi habitación
fumando,
sonriendo,
anhelando la seda que se desprende
del delirio de sus labios.
Me gusta imaginar
que usted me desea,
¡aquí y ahora!
en este tiempo efímero
en este instante continuo,
que se nos va de los ojos,
de las manos, de los besos,
se nos va
como el humo del cigarrillo va al cielo
que usted me desea,
¡aquí y ahora!
en este tiempo efímero
en este instante continuo,
que se nos va de los ojos,
de las manos, de los besos,
se nos va
como el humo del cigarrillo va al cielo
a morir desmembrado.
IV
Los días pesan
como el vuelo de un ave gigante
que se esfuma entre las nubes
sin decir adiós…
que se esfuma entre las nubes
sin decir adiós…
V
Y sonará para siempre
en aquella habitación amarilla
la guitarra,
las voces,
las fiestas,
de los extraños momentos
demasiado únicos
para ser reales,
demasiado fugaces
para no enamorarse.
la guitarra,
las voces,
las fiestas,
de los extraños momentos
demasiado únicos
para ser reales,
demasiado fugaces
para no enamorarse.
Autor: Manolo Torres.
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