5/15/2015

Una universidad con facultad y oficina de comunicaciones, pero sin comunicaciones.

Con este texto no pretendo acribillar mi universidad, tampoco pretendo poner en el ojo del huracán a quienes de las comunicaciones se encargan; solo intento hacer una reflexión sobre un problema de comunicación que aqueja a la universidad con facultad y oficina de comunicaciones, pero sin comunicaciones. 

En días pasados me dediqué a leer noticias sobre mi universidad; al ingresar al portal web principal, encontré que se publicaban noticias con frecuencia. Escudriñé un poco más hasta hallar un enlace que me direccionó a la página web de mi vicerrectoría, la Vicerrectoría Llanos. 
Con sorpresa descubrí que el último artículo publicado en esta plataforma web había sido puesto hace más de un mes, encontré además que alguna información ya no era real y algunas noticias del año pasado aún se encontraban vigentes. 

A la semana siguiente, esperando haber tenido mala suerte, intenté ingresar de nuevo y buscar noticias de esta Vicerrectoría pero con la misma suerte encontré la misma información. Pensé que quizá estaba en una universidad en la que no se hacía nada o en la que nada era noticia, me dediqué a investigar por una semana para saber si dentro de la universidad había actividades que pudieran ser noticiosas. ¡Vaya sorpresa! En tan solo cinco días encontré más de seis actividades que pudieron haber sido noticias y no lo fueron. 

No soy experto en redes, pero mis clases de social media, de periodismo digital y otras tantas relacionadas con la web, me han demostrado que manejar las redes sociales, no es solo publicar enlaces y cositas triviales. Hacer social media requiere hacer periodismo, de ese que nos enseñan desde primer semestre. Tampoco soy experto en social media, pero entiendo con total lucidez que una universidad con Facultad de y Oficina de Comunicación debería ser pionera en fomentar información, en producir comunicación con frecuencia. 

No me refiero con este texto a la Unidad de Medios: “Minuto y Medios”; quienes son motivo de orgullo para toda la comunidad educativa, puesto que es un ejercicio académico liderado por el Programa de Comunicación Social-Periodismo que nos ha enseñado que hacer comunicación y periodismo si se puede. Con este texto me refiero a esa oficina de comunicaciones, que no parece oficina de comunicaciones, pues ni produce noticias ni publica información.  Una oficina de comunicaciones no es solo Facebook y Twitter, aunque ni estas redes sociales parecen ser importantes para esta coordinación de comunicaciones. 

Al ver tanto disparate, investigué en los portales web de universidades que tienen su sede en Villavicencio, para saber si las comunicaciones eran igual de infructuosas a las de esta Oficina de Comunicación de la que les escribo. 
Decidí buscar solo en cuatro portales de  Universidades que no cuentan con Facultad de Comunicación, y estas si saben para que es una Oficina de Comunicaciones; a diferencia de la nuestra publican noticias con mucha frecuencia. Además de esto hacen radio, prensa web y televisión, sin contar con que algunas tiene su propia revista y otros medios de comunicación. 

Con preocupación veo que mi universidad crece, el estudiantado aumenta y cada semestre que pasa somos muchos más estudiantes los que tenemos sentido de pertenencia y amor por la “U”, por esta misma razón queremos verla más completa. 



Por: Johan Sebastián Moreno Hurtado.

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