3/23/2014

AÑO JUBILAR 2014 - 50 AÑOS DIÓCESIS DE VILLAVICENCIO “UNIDOS EN LA FE Y LA ESPERANZA”



AÑO JUBILAR 2014
50 AÑOS DIÓCESIS DE VILLAVICENCIO
“UNIDOS EN LA FE Y LA ESPERANZA”

El Año Santo, Año Jubilar o simplemente Jubileo es una realidad en la Iglesia que posee una historia más que milenaria en la gran tradición judeo-cristiana. El Jubileo es precisamente una parte de la herencia que el cristianismo recibe del judaísmo.

El año jubilar es un tiempo de volver a empezar, oportunidad para purificar la vida y reorientarla a Dios; en definitiva es un tiempo de Conversión. Con Jesucristo que en el Evangelio de San Lucas lee el pasaje del profeta Isaías nos da a entender que el Mesías anunciado por el profeta era precisamente Él, y que en Él comienza el “tiempo” de la salvación, la “plenitud de los tiempos”.

Todos los jubileos se refieren a ese “tiempo” y aluden a la misión mesiánica y redentora de Cristo”.
La conversión, la confesión y el perdón de los pecados, la indulgencia otorgada, la misericordia que se suplica y se practica, el
amor al prójimo como expresión actual del amor a Dios, son los elementos esenciales del Jubileo.
Para la Iglesia de Villavicencio el Jubileo es un año de perdón de los pecados y de las penas por los pecados.
Año de reconciliación entre los adversarios. El año de concesión de indulgencia.

¿Qué es la indulgencia y cómo obtenerla?
La palabra “indulgencia” viene del término indulto, que significa perdón de una deuda o de una culpa merecida. Cuando pecamos gravemente de manera libre y consciente, además de hacer daño a los otros, nos separamos de Dios. Con el sacramento de la Confesión recibimos el perdón de Dios y recuperamos la unión con Él. 
Al confesarnos nos disponemos a reparar el daño hecho por nuestros pecados. Esto nos quiere decir que con nuestra vida, es decir, con nuestras obras nos esforzamos por vivir el evangelio manifestando con nuestras acciones el perdón recibido de Dios.
Esto significa que si recibimos la indulgencia plenaria estaremos sin la huella o culpa que dejan nuestros pecados. ¡Borrón y cuenta nueva! Esto es posible porque la misericordia y el amor de Dios son grandes.
Para recibirla debemos estar realmente arrepentidos, debidamente confesados, comulgar sacramentalmente, orar el Credo, orar por las intenciones del Santo Padre y hacer una obra de caridad.
En las misas presididas por el Arzobispo en la Catedral, especialmente en las grandes celebraciones de los Misterios de Jesucristo y de la Virgen, Semana Santa, en la Misa Crismal y en las Ordenaciones. En todas las celebraciones jubilares. En las parroquias: la Pascua, la Navidad, fiestas patronales, la celebración de la Virgen del Carmen y en la visita de la imagen de la Sagrada Familia.

Incluso, los fieles que no hayan asistido personalmente a la celebración por algún motivo razonable, podrán lucra la indulgencia plenaria con tal que hayan seguido con piadosa intención la ceremonia por radio y  lucra la indulgencia plenaria con tal que hayan seguido con piadosa intención la ceremonia por radio y recibido la bendición apostólica.


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                                                               Fuente:  canal you tube- Alcaldía de Villavicencio-Meta





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