Empoderamiento Campesino en
la Cordillera, el Piedemonte y la Altillanura Colombiana es el nombre querecibe el proyecto que realiza actualmente la fundación La Cosmopolitana, donde
involucra a comunidades campesinas e indígenas de la región.
El proyecto consiste en núcleos
de trabajo en la cordillera, el piedemonte y la altillanura, para que los
municipios de San Juanito, El Calvario, Lejanías, El Castillo, El Dorado, Cubarral,
Puerto Gaitán y Puerto López, trabajen en la conservación de los recursos
naturales y la soberanía alimentaria, por medio de la implementación innovadora de tecnologías
apropiadas a las condiciones culturales y ambientales.
Estas acciones constituyen un medio que
facilita la vida digna de las personas, el desarrollo de capacidades, talentos
y diseños de vida, con un enfoque del buen vivir, que constituirá una esencia
final de esfuerzos colectivos.
“El proyecto consiste
básicamente en que cada persona se reencuentre consigo misma y que aprovechen
las riquezas que tienen a su alrededor, lo que normalmente no ven, aprovechando
esa riqueza de manera sostenible para que las personas sean felices donde están
y con lo que están, todo eso enmarcado en lo que es el aprovechamiento
sostenible de los recursos naturales con tecnologías apropiadas al trópico”
dice José Zárate, cordinador
de proyectos de La Cosmopolitana.
Las tecnologías apropiadas
con las que se pretende educar de forma alternativa y, así mismo, lograr que
las comunidades las implementen son: el biodigestor, la energía solar, hídrica
y eólica; la elaboración de abonos orgánicos ya sean abonos solidos a base de
estiércol o abono líquido, también la lombricultura o abonos verdes a base de plantas
leguminosas o árboles. Se busca también utilizar los sistemas agroforestales,
la biotecnología tropical de malezas, el control biológico y el control
orgánico. Se pretende a su vez enseñar el procesamiento de frutas, verduras y
hortalizas.
También se enfoca en la recuperación
de la identidad campesina y todos aquellos valores que hacen sentir bien a las
familias rurales buscando que la gente conserve las fuentes de agua, el suelo,
los bosques y que produzcan comida sana en abundancia, promoviendo la buena
alimentación, el procesamiento, la producción, la comercialización y la
generación de empleo. A su vez se busca que las familias rurales se organicen y
elaboren un plan de vida sobre lo que quieren lograr a corto, mediano y largo plazo
en todo lo relacionado a lo ambiental, económico, social, cultural, político y
espiritual.
Para Lida Perdomo,
administradora de La Cosmopolitana, “lo importante es que las personas vivan
mejor donde están y se recupere el agrado por la vida en el campo para que no lo
abandonen, haciendo allí un plan de vida basado en los recursos locales que
tienen”.
“Desde que la fundación ha llevado a cabo estos planes
en cada una de las zonas de trabajo, se ha demostrado una mejora armónica de
las relaciones humanas entre sí, con los
otros, con su entorno natural y su entorno espiritual. Han contribuido además a
cualificar y consolidar el talento humano local, a ordenar gestiones e
inversiones veredales y municipales, y por ende, a dialogar y articular
acciones con los gobiernos, actores sociales e institucionales del territorio,
entorno a propósitos comunes elaborados participativamente por las mismas
comunidades”, asegura Zárate.
Cabe resaltar que en la medida en que se
le brindan oportunidades a las comunidades, ellas mismas se encargan de ser
propositivas y progatonistas de sus propios procesos. Y como efecto de ello,
las relaciones entre sí mismas y las instituciones externas se convierten en
unas relaciones más respetuosas, horizontales, armónicas y constructivas.
Por: Camila Perilla
Lida Guzmán
Paola Perdomo
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