En
Colombia y Latinoamérica hablar de temas como este, en la mayoría de personas
aún es considerado tabú, pues parece ser que en los países en vía de desarrollo
todo avanza a pasos lentos.
No solo vemos como a diario nuestras economías van
en decadencia y cada vez se hacen más dependientes de las grandes potencias,
sino que también encontramos pensamientos ciertamente primitivos, un nivel de
educación precario, poco acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación
(TIC), y dogmas que impiden la posibilidad de poder convivir con, y respetar, a
la diversidad cultural, racial y sexual que condiciona a cada ser humano o
grupo social.
Sin razón alguna el destino se había apoderado de su
más íntimo proceder, pues desde muy chico había sentido ajeno el control sobre
su propia vida. Jaime Andrés Parra, mejor conocido como Raizza Geraldine Parra,
una de las activistas de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e
Intersexuales (LGBTI) más populares de Villavicencio, quien luego, y tras
varios intentos fallidos de mi parte para que concediera esta entrevista.
Decide hablar
sobre su vida, sobre los cambios y rechazos que de seguido hace frente,
hasta con su misma personalidad, pero sobre todo, y para lo cual fue objetivo
principal de este encuentro, opina referente al proyecto que pretendía aprobar
‘el matrimonio igualitario’ y por el que ha batallado desde siempre la
comunidad LGBTI en Colombia, que a propósito, se hundió de forma radical hace poco
en el Congreso de la República.
Hombre y mujer de armas tomar, digo hombre, porque a
pesar de que es usual escuchar a una ‘travesti’ decir, “Soy una mujer atrapada
en el cuerpo de un hombre”. Raizza Geraldine asegura no hacer parte de esta
línea distintiva, pues antes que nada se considera un ser humano en todo su
esplendor, con todos los defectos y adefesios físicos, mentales y hormonales
que este posee. Tanto así, que afirma no saber si en un futuro, los que la
conocen hoy como Raizza, la puedan seguir llamando por ese nombre, o tal vez,
por Jaime Andrés, Matías Santiago; o Renata, que tanto le gusta.
Antes
que nada, quisiera empezar por saber, ¿Con quién estoy en frente, con la mujer
que un día no aguantó más y decidió llamarse Raizza, o con el hombre a quien
sus padres lo llamaron al nacer Jaime Andrés?
Yo siempre he tenido la certeza de que soy un ser
humano antes de cualquier otra cosa, tú me puedes llamar por ella o por él.
Aquí no se trata de entenderse así mismo, sino de entender a las demás
personas, y eso lo entiendo muy bien y lo tolero. Cuando voy por la calle
alcanzo a percibir el temor de las personas cuando tratan de hablarme, porque
precisamente no saben cómo referirse hacía mí y quieren evitar cualquier
molestia de mi parte. Eso también se debe a que a las ‘Trans’ nos han
catalogado como personas agresivas y que siempre estamos a la defensiva, y eso
en parte es cierto.
Yo les digo a las muchachas que trabajan conmigo,
que entre más educación mostremos, más rápido se abrirá el camino de inclusión
a la sociedad, que siempre hemos buscado. Pero en este momento, me considero
una mujer que está en constante cambio, tal vez mañana ya no quiera seguir
siendo la misma y decida volver a lo que fui cuando tenía 16 años, tan solo
vivo el presente.
¿Son
la misma persona Jaime Andrés Parra y Raizza Geraldine, o definitivamente desde
el día del cambio decisivo, sintió un desprendimiento por completo?
No, definitivamente sigo siendo la misma persona, no
he cambiado mi forma de pensar y de ver las cosas, el cambio físico simplemente
lo que hizo fue saldar la única parte que en ese momento sentía primordial para
poder ser feliz con lo que tenía. Y no era feliz al verme al espejo y ver que
no era quien deseaba ser físicamente, pero nunca he perdido la identidad de
Jaime, sé muy bien de dónde vengo; y es que el sol no se puede tapar con un
solo dedo.
¿En qué momento de su vida, siente que su genética
no era acorde a lo que realmente sentía y percibía de su sexualidad?
Yo empecé a sentir gusto por los hombres desde que
estaba cursando la segundaria, pero jamás me he sentido en esa batalla con lo
que siento y en contra de lo que soy, porque a pesar de que use vestuario de
mujer y actúe como mujer, no he perdido mi pasado. Todos mis problemas y mis
angustias siempre me las he guardado para mí y peleo hasta conmigo misma, pero
nunca he involucrado a la gente que me rodea en mis cosas. Bien por los que me
respetan y me aceptan como soy, y los que no, simplemente son humanos y cada
quien es libre y decide que aceptar y que reprochar.
En
esos días determinantes en que empiezas a lucir tus cambios físicos, ¿Qué fue
lo más difícil que tuvo que enfrentar?
Las críticas de las personas que yo consideraba como
allegadas fueron una de las cosas más duras. La sociedad también es muy cruel
con lo que no acepta, además yo vivía muy resentida, casi con todo el mundo,
eso peleaba, insultaba, hasta lloraba. Un día dije no más y empecé a vivir para
mí, solo para mí, sin importar lo que pensara o hiciera todo lo que estaba a mi
alrededor, fue de la única manera en que superé todo eso.
Hablemos ahora de su
carrera en la política. En dos ocasiones ha sido candidata al concejo de
Villavicencio, respaldada por el partido político el Polo Democrático
Alternativo. ¿Cómo pasa de estar en un salón de belleza al escenario político
de la ciudad?, ¿qué la motivó?
Siempre me ha gustado la política, pero la política
que de verdad ayuda y protege los derechos de las personas, de las comunidades
y minorías que no tienen la posibilidad de participar en las decisiones que se
toman para el futuro de la ciudad. Eso fue lo que me impulsó a participar, y a
pesar de que no hemos logrado nuestro objetivo, si he aprendido bastante; y es
que para llegar al poder en este país, además de los votos y el respaldo de la
gente, se necesita dinero, y mucho. Con respecto a mi profesión, en ningún
momento he dejado de estar en mi salón de belleza, es una de mis pasiones y me
siento a gusto con lo que hago.
De
haber logrado una silla en el concejo, ¿Qué hubiese esperado la comunidad LGBTI
de Villavicencio de la concejala Raizza Geraldine Parra?
Es algo con lo que todos soñamos, tener por lo menos
a alguien que nos represente en el escenario político, independientemente de
que sea yo o cualquier otra persona de la comunidad, porque ya estamos cansados
de que nuestros derechos sean vulnerados, que no se nos respete en las calles,
de tantos insultos y nadie hace mayor cosa. Desde que inició mi trabajo para
aspirar al concejo, la comunidad me respaldo del todo, y eso se vio reflejado
en la cantidad que votos que obtuvimos en las elecciones del 2011, mi programa
siempre estuvo infundido en la inclusión social, no solo de la comunidad LGBTI,
también de los más desamparados de la ciudad.
¿Volvería a la contienda política en las próximas
elecciones?
De
eso no tengo ni la más mínima duda.- y estamos trabajando fuerte para que esta
vez sí se pueda lograr el objetivo, y que pase lo que tenga que pasar.
En este momento es usted una de las principales
líderes de la Corporación Únete. ¿Cuál es el objetivo de la fundación?
Desde
que inició el trabajo la fundación en el 2005 en el Departamento del Meta,
trabajó con niños, niñas, adolescentes y jóvenes en el área de prevención de
abuso sexual, desde ese entonces la fundación ha adquirido una amplia
experiencia en el tema de salud sexual.
Y ahora desde el 2010 y con el apoyo del Fondo de
Poblaciones de Naciones Unidas (UNFPA) y el gobierno colombiano se empezó a
trabajar con el proyecto de ‘Sensibilizando por el Llano’ que es un programa de
educación en salud sexual y reproductiva con jóvenes e instituciones, hemos
concentrado nuestro trabajo en cuatro grupos focales: Jóvenes de estratos bajos
y en condición de desplazamiento, trabajadoras sexuales, hombres que se acuestan
con hombres, y mujeres que se acuestan con mujeres. Además la corporación es
una de las pocas en el Meta que puede decir que tiene experiencia de trabajo
con comunidad LGBT.
A
pesar del hundimiento del proyecto, y que en estos momentos una pareja homosexual
solo pueda referirse a un contrato de unión solemne, ¿Cree que estamos próximos
a cambiar ese término, por la palabra matrimonio?
Eso más temprano que tarde sucederá, no entiendo
porque acá en Colombia se le tiene que dar tanta vuelta a un asunto como estos.
Cuando una comunidad como la nuestra sigue tomando cada día más fuerza, y no
porque haya más Gays o Lesbianas que antes, sino porque somos humanos y no
estamos dispuestos a vivir escondidos y ocultándonos entre las multitudes,
cuando lo que hacemos no es delito. Ahora vemos como la televisión y los demás
medios han venido incluyendo estos temas dentro de sus programaciones y eso ha
servido de trampolín para que nuestra comunidad surja de una vez por todas en
la sociedad.
¿Realmente
hay diferencias entre un matrimonio y un contrato de unión solemne, o más bien
se trata de una disputa semántica?
Claro que hay mucha diferencia, empezando porque la
Constitución dice que un matrimonio se celebra cuando hay un hombre y una mujer
de por medio, a nosotros se nos excluye en ese principio. Un contrato solemne
simplemente es un acuerdo entre las partes, en este caso entre una pareja
homosexual, pero eso solo se refiere a la parte patrimonial y económica, en
términos de herencia y de seguridad social, ósea, es un simple contrato; cuando
el matrimonio además de todo lo anterior, está catalogado como un deber
jurídico, esto quiere decir, que está mejor amparado por la ley. En la
celebración de un matrimonio se habla de la fidelidad, la formación de la
comunidad doméstica, el mutuo respeto entre los cónyuges, de los deberes
conyugales, entre otras cosas, que no se nos están dando dentro del contrato
solemne.
Supongamos
que el matrimonio entre personas del mismo sexo ya es un hecho en Colombia y
que además a estas parejas se les permita adoptar como a cualquier pareja
heterosexual, ¿Si tuviera su pareja estable y cumplieran con todos los
requerimientos para adoptar a un niño, lo haría?
Pero por supuesto, bueno, falta ver si mi pareja
estaría de acuerdo, pero yo no dudaría, nosotros también tenemos derecho a
formar una familia y que esta esté bien constituida, con todas las de la ley.
Desde mi punto de vista, muy subjetivo por supuesto,
yo creo que lo más importante para un niño es que se le brinde: amor, compañía,
educación y que pueda vivir bajo unas condiciones dignas para que se desarrolle
como una persona de bien para la sociedad. Eso lo puede hacer cualquier pareja,
sea ‘hetero’ u ‘homosexual’, dependiendo de sus condiciones económicas,
emocionales y psicológicas.
Ahora yo te pregunto, ¿Cuál es el problema de que
los niños conozcan la diversidad sexual? -Porque lo que argumenta la sociedad
machista y sexista es que: ‘cómo un niño va a poder convivir con dos hombres o
dos mujeres, que esto causa una serie de traumas en los niños’. Pero si a los
niños se les empieza a educar desde pequeños para que conozcan la diversidad
sexual, hará que ellos sean libres y
puedan decidir, en el momento en que lo puedan hacer, estoy hablando cuando ya
sean jóvenes, esos traumas de los que hablan, no sucederán.
LGBTI
es una sigla que abarca una terminología un poco compleja, dentro de la letra ‘T’
se derivan tres grupos; travestis, transexuales y transformistas, ¿Por qué se
caracteriza cada uno?
Un travesti es el hombre que durante todo el día y
en su intimidad, actúa, se viste y aparenta ser una mujer, pero que sigue
siendo de género masculino, aún conserva su miembro; muchos travestis se ponen
senos, se implantan cabello, se operan su rostro para lograr mejor facciones
femeninas, pero al seguir con su miembro, no dejan de ser un travesti. Los
transexuales son aquellos hombres que cambian su género por completo, se hacen
diversas operaciones para lograr un mejor parecido a una mujer, y además se
mandan a extirpar su miembro; el hombre que alguna vez fueron, queda en el
pasado. Los transformistas son aquellos hombres que durante el día viven su vida
normal como hombres, pero que de vez en cuando, sobre todo en las noches, se
visten como mujer. Dentro de las mujeres también se vive un tipo de
travestismo, a ellas popularmente se les conoce como machorras, y son las
mujeres que adquieren un comportamiento de hombre y se visten como tal.
Raizza…
Y para terminar, ¿James Rodríguez o Cristiano Ronaldo?
Con los dos, puedo con ambos, (risas).
Por: Jhoan Ticora
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