5/29/2013

“Vamos camino al olvido”

Por Duván Romero
El cielo esbozaba unos cuantos colores que rompían el azul profundo y oscuro de la noche que moría; los grillos pitaban a rabiar en la semipenumbra y él, silente, triste, escuchaba, y escuchaba también el roncar apacible del viejo de cabellos blancos que dormía a su lado, un completo desconocido que despierto gritaba improperios a los cuatro vientos y dormido parecía una gallina desplumada.
Las horas parecían  no transcurrir, detenidas por algún piñón rebelde del mecanismo del reloj tal vez, como si todo se confabulara para castigarlo, incluso el habitual canto de las aves que en otras épocas más impetuosas le parecía hermoso y adoraba al despertar, el susurro del viento y el olor del rocío, todo hacia parte de una tortura esquemática que lo mantenía pegado a la cama desde las 3 de la madrugada hasta la hora en que el sol irrumpía por la ventana y se estrellaba con su rostro estragado por la vigilia; y aunque no siempre quería seguir acostado después de despertarse, tampoco iba a darle motivos al asma, que le podría los pulmones silenciosamente, para que dejara de ser discreta.
No era su pretensión convertirse en una carga para nadie, y tampoco quería parecer débil, así que como era costumbre desde que supo que el mal bicho de la enfermedad se revolcaba en sus entrañas, esperaba. Al principio porque recordaba su enfermedad y después por pura inercia.
Eran las 7 cuando puso el pie derecho sobre el piso frío de mineral rojo sangre, le causo asombró el lugar sucio y desvencijado que apenas reconocía, con el que muy a menudo soñaba y en donde todo olía a viejo, a enfermedad, a tristeza. Reparo en las paredes mugrientas y escarapeladas que parecían estar construidas con moho, en la cama llena de harapos mugrientos, en la ventana de metal prehistórico, que rechinaba, y en el viejo de cabellos blancos que le miraba con la veneración con que solo se puede ver a alguien por quien se siente pena. Se puso los zapatos de cuero raído, caminó despacio, salió, y se sentó en el banco que atravesaba el corredor a llamar sus recuerdos mientras una procesión de viejos desfilaba por todos los rincones de la casa.
Dos sorbos de café negro y amargo bastaron para poner  su memoria en el puesto, ahora podía recordar con plena certeza que hace mucho tiempo su familia le había abandonado en aquel escenario de pesadilla, en donde nada era suyo y en donde definitivamente no quería estar.
En sus mismas condiciones se encuentran siete adultos mayores en el ancianato de San Josè de Cubarral, un lugar que a pesar de tener en contra todas las leyes de la física, se mantiene en pie, olvidado, como aquellos que lo habitan. Sus paredes tapizadas por una capa gruesa y obstinada de moho que insiste en taponar hasta el último rincón de la casa, parecen monumentos al abandono y a la desesperanza.
Yen cepeda Millán gestora social y primera dama del municipio, ha tenido que enfrentarse incluso al mismo consejo municipal para poder seguir manteniendo el lugar, a pesar de que la ley 1276 DE 2009 cataloga este tipo de casos como asistencialismo, y de que además, la casa en que habitan, sea propiedad privada “por eso es que esa casa está como está, si la administración municipal llegara a poner un solo peso para mejorarla, tendríamos entonces que enfrentarnos a la ley por estar financiando patrimonio privado”
Pero no solo en Cubarral ocurren este tipo de situaciones, por lo menos 14 municipios del Meta la comparten, y en total son, según cifras expuestas en el ultimo encuentro Departamental de directores del programa para el Adulto Mayor celebrado en noviembre del año pasado, son 212 abuelos, los que viven en total abandono.
"Muchas familias lo hacen porque los abuelos ya no pueden ofrecerles nada, les quitan sus propiedades, averiguan en que municipio hay un ancianato y los votan cerca para que los recojan. Una de las señoras que vive en la casa es el ejemplo más crudo de eso: su esposo, un hombre como de 30 años con quien vivía en otro Departamento, la estafó, le quitó todo lo que tenía a su nombre, y la dejó en la entrada del pueblo sobre la vía a Granada" explica Millán.
El Psicólogo David Giménez, quien recorrió varios municipios desarrollando talleres para el fortalecimiento del autoestima en adultos mayores, concluye que el abandono, es producto de una conciencia social colectiva que subvalora las capacidades del ser humano cuando llega a la tercera edad; su amplio recorrido gerontológico le permite afirmar también, que de no establecer una política publica que eduque a las nuevas generaciones en cuanto al tema, la situación podría llegar incluso a recrudecerse: “a este paso, todos vamos camino al abandono”. Máxima que tiene validez cuando se examina el contexto: el ultimo censo poblacional determinó que el 10% de nuestra población total, corresponde a personas adultas mayores, quienes según la legislación Colombiana son individuos cuyas edades superan los 60 años, conforme a cifras del DANE el 80% no recibe pensión ni hace parte del sistema de salud y según proyecciones de la misma entidad, para el 2050 el 20% de la población pertenecerá a dicho grupo.
"Si es pensionado no le dan créditos y si no tiene pensión a morir de hambre porque tampoco lo contratan, eso sumado a que empieza uno a convertirse en una carga para el Estado y para la familia son razones que lo ponen a pensar a uno seriamente" dice Ananias Garcés un habitante de Cubarral.
Para la Gobernación Departamental, la solución tiene dos ejes de acción: uno que se enfoca en la sociedad, empezando por las familias y que comprende capacitación en respeto y buen trato al adulto mayor; otro, cuyo epicentro son los mismos adultos Mayores. por ello,  estableció en su plan de desarrollo Juntos Construyendo sueños y realidades, el programa Años Dorados Activos una Meta Posible.
El objetivo de este programa es promover, desarrollar y garantizar, los derechos humanos, sociales, económicos y culturales de las personas mayores, así como crear condiciones que respalden su seguridad económica y el mejoramiento de sus calidades de vida. De manera integral, se desarrolla con la actuación y concurso de diferentes operadoras, entidades con amplia trayectoria en el trato de personas adultas mayores que trabajan de la mano de la secretaria social y de participación.
Una de esas operadoras fue la Fundación para el Desarrollo Social Fabrit, que durante el año pasado ejecutó, tras licitación pública, diferentes procesos de capacitación, psicológicos y técnicos, con 182 participantes,  implementando con ellos 5 iniciativas productivas y de laborterapia en los municipios de Cubarral, San Juan de Arama y Cumaral.
"Estamos muy contentos con lo que nos trajeron, nos sentimos útiles, es como una segunda juventud, muy agradecidos por que se acuerden de nosotros los abuelos, nos dieron la capacitación, los materiales y las máquinas que aunque quedan en la alcaldía podemos utilizar para producir todo los que nos enseñaron a hacer y después a vender" afirma Blanca Ruth Valencia beneficiaría del municipio de Cumaral.
Para Luis Carlos Brito, gerente de la Fundación, el programa no solo contribuye como alternativa para la utilización del tiempo libre sino que impacta directamente en la autoestima de los participantes "No solo es abandono, es también discriminación, están arrumando literalmente a los adultos mayores en sus casas. Con esto, les estamos mostrando que son útiles, que todavía pueden producir y ganar dinero. El año pasado les enseñamos a decorar chanclas, a hacer muñecos y a trabajar en arcilla, se les dotaron equipos y materiales; este año la propuesta que se presentó es más completa, incluye más municipios y un mayor número de personas"
De igual forma, en la última semana del mes de Noviembre del 2011, se celebró la Feria Artesanal de Personas Mayores del Departamento, que enmarcó los encuentros Departamentales pro establecimiento de la política pública para el Adulto Mayor, los talleres de respeto y buen trato y diferentes talleres lúdicos de fortalecimiento psicológico.
Luz Amparo Villa, actual secretaria social de la Gobernación, y ex-encargada del programa, asevera que el respeto al adulto mayor es proporcional al nivel de fortalecimiento de sus propias capacidades y posibilidades, productivas, económicas, sociales y culturales, pero es enfática al afirmar que los "ancianatos" no son la solución al abandono, sino mas bien una de sus causas, “siempre y cuando existan, va a ser imposible evitar el abandono”. Para ella, la figura Municipal de los Centros Vida, establecida por el Estado, no solo permite brindar atención integral sino que además, jugará un papel trascendental en los procesos de fortalecimiento técnico y económico, ya que al dotarlos de múltiples herramientas, su impacto no será parcializado, sino total.

En la actualidad hay por lo menos 17 "ancianatos" públicos, reconocidos en el Departamento y aunque por ley todos los municipios deberían tener institucionalizado un centro vida,      los procesos para hacerlo no se han ejecutado y los pocos  que existen no funcionan como deberían hacerlo.

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