10/16/2015

Una sonrisa a la vida. Parte 3.

Por: Angie Tatiana Palomino Alarcón.

Así, en el año 2010, antes de ingresar a la sala de cirugía, Jorge pensaba en el paso que estaba dando para su vida, a pesar de que las probabilidades de éxito en el procedimiento fueran tan solo del 35%,  confiaba en que iba a mejorar su calidad de vida.

12 horas después, aún inconsciente por la anestesia, Jorge fue trasladado a la UCI (unidad de cuidados intensivos), donde pasó la noche. Al día siguiente, al ser examinado por el doctor, le detectaron una complicación, algunos vasos y venas se desconectaron, hubo sangrado y hematomas por lo cual fue intervenido de nuevo. 8 días después, fue dado de alta.
Pasaron 5 meses después de la cirugía, cuando de repente comenzó a ver resultados, ya tenía movimiento al lado izquierdo de su rostro, esto significó una gran alegría, pues el tener movimiento en su rostro, era una experiencia única, totalmente nueva en su vida.
Foto: Cortesía de la familia Contento.

Al ir a su control médico, el doctor quedó sorprendido por la pronta evolución, él dijo que era algo imposible pero que sucedió, sin pensarlo le dio las órdenes para programar la otra cirugía esperando tener los mismos resultados.

La cirugía se realizó el 31 de agosto a las 8 de la mañana, fue muy similar a la anterior, con una duración de 16 horas y con las mismas complicaciones, por lo cual fue intervenido nuevamente.

Superando los problemas presentados, aunque se encontraba un poco débil, nueve días después le dieron de alta. Dos meses después, su cara estaba desinflamada y a finales de octubre se le presentó la oportunidad de viajar a San Andrés Islas en compañía de su madre. Conociendo este lugar único y tan especial para ellos, su recuperación fue mucho más agradable.

Cuando fue a control, a mediados de diciembre, el doctor determinó que la cirugía había sido un éxito total, con resultados sorprendentes. Este fue uno de los mejores años de su vida, debido a que adquirió la movilidad en su rostro y le dio por primera vez una sonrisa a su vida.
Foto: Cortesía de la familia Contento.
En el año 2011, retomó de nuevo sus estudios en el primer periodo del año, ingresando al tercer semestre de Tecnología en Informática. Para el segundo periodo, se retiró porque nació la posibilidad de hacer otra cirugía para sus labios, ésta lastimosamente no se dio y se canceló ese tema.

Foto: Cortesía de la familia Contento.
Actualmente, se dedica a brindar algún tipo de ayuda a padres con niños que tienen el mismo síndrome, dándoles a conocer su historia y su forma de vida a través de Internet, aunque no tiene un blog específico para este tema, brinda ayuda o información a través de grupos creados en la red social Facebook. Todavía sigue en la búsqueda de otras cirugías, esperando obtener buenas noticias.

Entre aplazamientos y reintegros, pasaban sus días en la universidad, lastimosamente, por ahora, ese sueño de ser profesional aún sigue siendo eso, un sueño. Un sueño que ansía realizar pero que diversas dificultades socioeconómicas no le han permitido cumplir.
Aun así, dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y Contento, como ahora me permite llamarlo, es un hombre que hace digna alusión a su apellido, poniendo su alma y su cuerpo a disposición de la felicidad, capaz de afrontar cualquier dificultad con una actitud positiva que impregna a todos los que lo rodean.


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