Por: Tatiana Palomino Alarcón.
La Feria Artesanal y Microempresarial, es un espacio ubicado en la Avenida 40, más exactamente al frente de
la Registraduría Civil, donde se reúnen habitantes de la
ciudad y extranjeros desde el 15 de noviembre hasta el 15 de diciembre.
Desde zapatos,
libros, dulces, bolsos y hasta joyas se consiguen en este lugar, que ha servido
de punto estratégico para las compras de fin de año. Algunos visitantes
aseguran estar a la expectativa de esta feria. “Me encanta cuando llega esta
época del año, es genial ver tantas cosas en un solo lugar”, afirma Laura
Álvarez, visitante.
Por su parte,
los artífices de estas manualidades, están a la espera de sus clientes. “Estoy
muy entusiasmado con mi negocio, yo tengo un local en el barrio Rosablanca,
pero es mejor estar aquí, porque las ventas aumentan demasiado en esta
temporada”. afirma Andrés Becerra, vendedor del lugar.
“Mi esposo sí
es de esta ciudad, yo soy de Italia pero decidí venir con algunos de mis
productos para ofrecerlos en esta
región”, afirma Daniela Morena,
artesana.
Con artículos hechos a base de semillas, cuero, cascara de
naranja y vidrio se está incursionando la ecología en este lugar, otra de las
novedades que trae la feria artesanal, en su cuadragésimo quinto encuentro.
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