Por:
Paula Andrea Vargas Gualteros
En
seguida de una organizada y exótica coreografía, invitan a los espectadores al
escenario, para que se atrevan a bailar. Allí es donde se ve personas de todo
el mundo, los cinco continentes unidos por la música.
La Peña del Carajo, así se llama el lugar en donde la
música afroperuana deleita a extranjeros y residentes en Perú.
La
cita es a las diez de la noche todos los fines de semana, por supuesto, se debe
llegar media hora antes. Los únicos requisitos son 30 soles (equivalentes a
21.000 pesos colombianos), la
disposición y el deseo de conocer la cultura peruana y su música criolla.
Como
de costumbre, una vez asignado el puesto y la mesa, lo único que llega son
sorpresas. Primero la bienvenida para los extranjeros es con una danza
afroperuana llamada Festejo. La alegría de los bailarines irradia amor y pasión
por lo suyo, la música criolla.
Nuevamente
entran los bailarines a la pista y empiezan a hacer una especie de clase
divertida. Explican paso por paso, para
que los provenientes de otros países orienten sus movimientos estrambóticos.
Luego
de alguna bebida, un pizco sour, Cuzqueña o un coctel, y algunos anticuchos-, ¡ah!, anticuchos son
corazones abiertos y asados con una deliciosa salsa peruana;-después de eso,
artistas como Edson Salazar y Lucía de la Cruz con su canto en vivo.
Hay
premio para la mesa más alegre, para la persona que cante al revés, y cosas
raras como, las glándulas mamarias más grandes, el que tenga un billete de s/100
y la que use zapatillas.
Para
culminar la velada en el Distrito de Barranco en Perú, la muestra de los
campeones del cadencioso y elegante baile de Marinera, típico del país.
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