2/26/2012

las balas y las semillas convertidas en arte

Por: Gina Villalba


Dos artistas de  la región  que hacen arte con un referente clave de reflexión en el contexto social y ambiental son los ganadores de la beca Estímulos del Ministerio de Cultura: Fredy Javier Rojas Castañeda y Gilveranio Riaño exponen sus obras  en la galería Guayupe de la biblioteca Germán Arciniegas, desde inicios del mes de febrero,  el Ciclo de exposiciones individuales de artistas de la Orinoquía CORCUMVI 2011, donde se pueden apreciar las 18 piezas producidas por estos creadores.

Elementos vitales  es el título que lleva la obra realizada por Gilveranio, artista que quiere simbolizar la siembra con la etapa de gestación a raíz de una pregunta: ¿Dónde y cómo vivirán las futuras generaciones?
Al ser padre de tres hijos, Gilveranio Riaño se cuestiona sobre la importancia de reconocer el comportamiento humano y su relación con el planeta para calcular el resultado y las consecuencias a futuro. Desde hace 10 años,este artista  optó por moldear y tallar las semillas del árbol Ceiba o tronador (Hura Crepitans), cuyas semillas utiliza para crear la pieza ‘Concebir, un Óvulo de la tierra’.

Su proyecto en Expo-artesanías Índigo, se origina cuando Yalai, el mayor de sus hijos, le manifiesta que se siente limitado por tener tan solo los colores blanco, azul y negro para pintar. Según el niño, no podía pintar y crear  con ellos. Esta circunstancia le estimula a crear una serie de retratos y escenarios  referentes al uso  y valor del recurso hídrico. Como resultado de ésta ejecución [Índigo] el intentó de limpiar los pinceles en cuadrículas pequeñas de papel bond, se concebía un aspecto de abstractas figuras humanas contextualizadas, detalle en el que se fijó nuevamente Yalai, cuando estaba aún muy pequeño, siluetas que posteriormente se complementaron hasta crear tramas, caos y orden, piezas que conforman  una dualidad, pues de manera permanente el ser humano  pasa del orden al caos y del caos al orden.

El “Matapalo” con forma de pulmones, es un segmento de la obra  que buscar reflexionar,  cómo la especie humana al igual que esta planta que inicia siendo epífito  se alimenta de los árboles cercanos pero termina asfixiándolos. Es una comparación con la vida y con el ser humano, con nuestro entorno: tanto el cuerpo humano, como nuestro planeta están conformados por agua, lo que la convierte en un componente indispensable para la vida. Culturalmente un vaso de agua no se le negaba a nadie, hoy se  vende hasta  con sabores y colores, se comercializa un recurso que es de todos, se ha distorsionado la apreciación del elemento líquido, el humano absorbe  ferozmente el preciado líquido.

¿Acaso es más bonita la piscina que el río? Señala Gilveranio.
Enfocado todavía en el manejo del agua, origina  Referencia o instinto una piscina inflable  para niños, rodeada por un tejido azul y rojo que detalla  el sistema circulatorio de la tierra y del ser humano.  En su interior contiene agua contaminada y un guacal, simbolizando  el comercio del recurso vital, respectivo  al estado del  recurso que tendrán los niños de hoy, ciudadanos del futuro.

Agua en  mal estado donde “para obtener un poco se debe comprar” añade Riaño, quien a lo largo de la obra juega con figuras abstractas y enfatiza en los círculos equivalentes a un cierre e inicio de ciclos continuo.

También utiliza recursos audiovisuales como se aprecia en Moneda corriente: un videoarte en donde él mismo aparece comiéndose el dinero, queriendo mostrar con esto cómo la sociedad  adora este metal como a un dios, en donde los nuevos templos son los centros comerciales.

El final de la obra llega de manera inesperada cuando el hombre desaparece y en el fondo resuena una melodía de Beethoven [4 elementos].

Gilveranio agrega  "Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero."


Frase de la sabiduría indoamericana.


Entretanto el trabajo desarrollado por Fredy Rojas que se compone de 10 piezas y lleva por nombre Juguete siniestro, se centra en utilizar materiales asociados directamente con la infancia; toma elementos lúdicos de niños y niñas como carros, muñecas y casitas de juguete para visibilizar cómo se  afecta la población infantil con el conflicto armado. También emplea en su obra cilindros de gas como crítica a las armas utilizadas en algunas partes del país para agredir comunidades, actos violentos en los también ha salido afectado, pues hace 12 años un artefacto destruyó su casa situada en Saravena - Arauca-, departamento donde aún reside.
El curador y productor del ciclo de exposiciones, Libardo Archila, relata el proceso de selección de los participantes y los requisitos que se tuvieron en cuenta, menciona que la convocatoria estaba abierta para toda la Orinoquía y se presentaron artistas de Arauca, Casanare y Meta. Sus perfiles y portafolio fueron analizados para que cumplieran con os requisitos exigidos, por ejemplo el rango de edad de los artistas se estipuló entre los 25 y 45 años, debían llevar un proceso creativo y experiencia de no menos de cinco años y lo primordial, la propuesta de participación debía ser desarrollada dentro del territorio  regional.





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