Por: Gina Villalba
Dos artistas de la región que hacen arte con un referente clave de reflexión en el contexto social y ambiental son los ganadores de la beca Estímulos del Ministerio de Cultura: Fredy Javier Rojas Castañeda y Gilveranio Riaño exponen sus obras en la galería Guayupe de la biblioteca Germán Arciniegas, desde inicios del mes de febrero, el Ciclo de exposiciones individuales de artistas de la Orinoquía CORCUMVI 2011, donde se pueden apreciar las 18 piezas producidas por estos creadores.
Elementos vitales es el título que lleva la obra
realizada por Gilveranio, artista que quiere simbolizar la siembra con la etapa
de gestación a raíz de una pregunta: ¿Dónde y cómo vivirán las futuras
generaciones?
Al ser padre de tres hijos, Gilveranio
Riaño se cuestiona sobre la importancia de reconocer el comportamiento humano y
su relación con el planeta para calcular el resultado y las consecuencias a
futuro. Desde hace 10 años,este artista optó por moldear y tallar las
semillas del árbol Ceiba o tronador (Hura Crepitans), cuyas semillas utiliza para crear la
pieza ‘Concebir, un Óvulo de la tierra’.
Su proyecto en Expo-artesanías Índigo,
se origina cuando Yalai, el mayor de sus hijos, le manifiesta que se siente
limitado por tener tan solo los colores blanco, azul y negro para pintar. Según
el niño, no podía pintar y crear con ellos. Esta circunstancia le
estimula a crear una serie de retratos y escenarios referentes al uso
y valor del recurso hídrico. Como resultado de ésta ejecución [Índigo] el
intentó de limpiar los pinceles en cuadrículas pequeñas de papel bond, se
concebía un aspecto de abstractas figuras humanas contextualizadas, detalle en
el que se fijó nuevamente Yalai, cuando estaba aún muy pequeño, siluetas que
posteriormente se complementaron hasta crear tramas, caos y orden, piezas que
conforman una dualidad, pues de manera permanente el ser humano pasa
del orden al caos y del caos al orden.
El “Matapalo” con forma
de pulmones, es un segmento de la obra que buscar reflexionar, cómo
la especie humana al igual que esta planta que inicia siendo epífito se
alimenta de los árboles cercanos pero termina asfixiándolos. Es una comparación
con la vida y con el ser humano, con nuestro entorno: tanto el cuerpo humano,
como nuestro planeta están conformados por agua, lo que la convierte en un
componente indispensable para la vida. Culturalmente un vaso de agua no se le negaba
a nadie, hoy se vende hasta con sabores y colores, se comercializa
un recurso que es de todos, se ha distorsionado la apreciación del elemento
líquido, el humano absorbe ferozmente el preciado líquido.
¿Acaso es más bonita la piscina que el
río? Señala Gilveranio.
Enfocado todavía en el manejo del agua,
origina Referencia o instinto una piscina inflable
para niños, rodeada por un tejido azul y rojo que detalla el
sistema circulatorio de la tierra y del ser humano. En su interior
contiene agua contaminada y un guacal, simbolizando el comercio del
recurso vital, respectivo al estado del recurso que tendrán los
niños de hoy, ciudadanos del futuro.
Agua en mal estado donde “para
obtener un poco se debe comprar” añade Riaño, quien a lo largo de la obra juega
con figuras abstractas y enfatiza en los círculos equivalentes a un cierre e
inicio de ciclos continuo.
También utiliza recursos audiovisuales
como se aprecia en Moneda corriente: un videoarte en donde él
mismo aparece comiéndose el dinero, queriendo mostrar con esto cómo la sociedad
adora este metal como a un dios, en donde los nuevos templos son los
centros comerciales.
El final de la obra llega de manera
inesperada cuando el hombre desaparece y en el fondo resuena una melodía de Beethoven
[4 elementos].
Gilveranio agrega "Sólo
cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez
atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero."
Frase
de la sabiduría indoamericana.
Entretanto el trabajo desarrollado por
Fredy Rojas que se compone de 10 piezas y lleva por nombre Juguete
siniestro, se centra en utilizar materiales asociados
directamente con la infancia; toma elementos lúdicos de niños y niñas como
carros, muñecas y casitas de juguete para visibilizar cómo se afecta la
población infantil con el conflicto armado. También emplea en su obra cilindros
de gas como crítica a las armas utilizadas en algunas partes del país para agredir
comunidades, actos violentos en los también ha salido afectado, pues hace 12
años un artefacto destruyó su casa situada en Saravena - Arauca-, departamento
donde aún reside.
El curador y productor del ciclo de
exposiciones, Libardo Archila, relata el proceso de selección de los
participantes y los requisitos que se tuvieron en cuenta, menciona que la
convocatoria estaba abierta para toda la Orinoquía y se presentaron artistas de
Arauca, Casanare y Meta. Sus perfiles y portafolio fueron analizados para que cumplieran
con os requisitos exigidos, por ejemplo el rango de edad de los artistas se
estipuló entre los 25 y 45 años, debían llevar un proceso creativo y
experiencia de no menos de cinco años y lo primordial, la propuesta de
participación debía ser desarrollada dentro del territorio regional.
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