1/31/2012

¡A LA ORDEN LA MÚSICA!

Por: Julian Trujillo


Esta semana mientras casualmente escuchaba una emisora de radio local, (no por gusto), noté que durante casi una hora de programación de sólo música, no se escuchó nada diferente a vallenato y reggaetón. Y esto no fue lo único que llamó mi atención; además de esto, noté que ninguno de los artistas que sonaban era local, aunque esto, es de alguna manera entendible ya que estos dos géneros no nacieron en “nuestra tierra”.

Pero mi afán no radica en que las emisoras de radio locales suenen artistas de otra ciudad, ni del exterior, mi inquietud radica en que pareciera que no hay un solo artista local con las aptitudes musicales suficientes, para sonar en la radio de su propia ciudad.

Lejos está de mí, el no reconocer el gran talento en la cantidad de artistas llaneros que hay hoy un día, y que se siguen formando. Pero así como tengo conocimiento de esos buenos artistas, también sé que el apoyo que se les da es casi nulo. Por un lado el gobierno está muy lejano a sacar artistas a la luz, no hacen falta cuatro dedos de frente, para fijarnos que en casi cada semáforo hay un malabarista, un señor con una guitarra cantando bajo el sol y la lluvia, un joven pintando retratos, y todo esto, por un dinero que si acaso es más que el que se gana un mendigo pidiendo limosna.

Ahora, si lo vemos por el lado de la empresa privada, lo artístico es quizás lo menos importante. La empresa privada busca vender, y por esto, lo importante a la hora de firmar el contrato con un artista, es que este esté dispuesto a vender publicidad. ¿Pero cómo? Es ahí en donde entra en juego lo musical. Se sabe que a todo el mundo le gusta la música, y si a través de ella se pueden usar letras que inviten a beber, fumar, andar en carros último modelo, con el celular de moda, e innumerables ejemplos más, se está acaparando la mayor parte de la industria que inteligentemente invierte grandes sumas en estos “artistas”. Ahora, ¿qué pasa si por algo de dinero, se puede llegar a “acuerdos” con las empresas de radio y televisión, para que estas pasen su música a toda hora?

Es por esto que grandes artistas hoy se encuentran en el olvido, porque si hay algo con lo que un verdadero artista no puede, es con convertir la música que es un alimento del alma, en un objeto más del consumo.

Esto más allá de una crítica al burocrático mundo de la música actual, es una invitación a los oyentes, a que piensen si verdaderamente es divertido escuchar publicidad, acompañada de algo de melodía y ritmo.

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