LAS GUERRILLAS, CONSECUENCIA DE LA GUERRA
En este mes que pasó se recordó la muerte de Jorge Eliécer
Gaitán y todos los medios de comunicación tenían algo que decir sobre el tema,
más todos coincidían en repetir la historia que nos han contado por todas las
generaciones desde este suceso hasta el día de hoy: “La muerte de Gaitán desató
la guerra en nuestro país y la conformación de los movimientos guerrilleros del
mismo” pero más allá de estas palabras, mucho más allá está la gran verdad que
como es de costumbre muy pocos se interesan por indagar.
Lo cierto es que los
grupos guerrilleros que se conformaron en nuestro país no fue nada más que una
vil consecuencia de tantas barbaries e injusticias del mismo gobierno que fue
cómplice junto a sus fuerzas armadas, aquellas que fueron constituidas para
defender al ciudadano, no obstante lo estaban matando, saqueando, maltratando,
y sembrando el terror en sus ojos; de allí surgen estos grupos armados a los
cuales se les denominaron “guerrilla”, los cuales fueron creados justamente
necesarios para defender sus vidas y las de sus familias. Aquí ya se echa abajo
la historia que ha sido impuesta, pues la guerrilla no fue una causa de la violencia
sino una consecuencia.
Cuando se desencadenó la guerra entre godos y liberales, los conservadores llevaban la mejor ventaja, pues eran ellos quien tenían de su
lado los chulavitas, (personal encargado y autorizado para matar liberales) y
obviamente todas las armas y apoyo del gobierno; viéndose los liberales
acorralados y abatidos por tanta frustración al experimentar como eran asesinados sus
familiares, saqueadas sus fincas y casas, violadas y maltratadas sus mujeres y
niños, no les quedó más remedio que unirse y armarse para protegerse y
preservar sus existencias, nunca tuvieron la intención de hacer daño, pues con
los que les hacían daño era suficiente.
De ahí surgen movimientos de campesinos, familias enteras, y
personas inocentes los cuales cambiarían dicha inocencia por algo más
preeminente que ella, ¡sus vidas! y comienzan estos grupos guerrilleros alguno
de ellos comandados por Guadalupe Salcedo, quien tiempo atrás fue entrenado por
la vida para ser un guerrero y fue un símbolo nacional de la resistencia;
con él se levantantaron grupos de valientes campesinos que lucharon incesablemente
para defender sus pueblos y recuperar su dignidad, lo cual fue una lucha
inagotable por aproximadamente 4 años, años en los que tuvieron que adentrasen
al monte y desde ahí pelear con ahínco, eso les daba ventaja ya que conocían
con exactitud los llanos Colombianos y les facilitó hacer varias emboscadas a los Chulavitas que no se
saciaban de derramar la sangre del pueblo.
Salcedo y los grupos guerrilleros tuvieron la osadía de no
solo defenderse sino que empezaron a atacar a los chulavitas y mataron algunos
de ellos en una emboscada. Quedando los policías con sed de venganza se fueron a
Puerto López Meta y realizaron un despiadado genocidio en contra de los
campesinos inocentes que allí vivían los cuales no pertenecían a ningún grupo
pero fueron ellos quienes pagaron las consecuencias del régimen de sus
opresores.
Después de luchas y muertes la guerra solo deja marcas y un
pasado escrito con sangre en lo cual se buscó dar fin a ella con las famosas
negociaciones de paz, entre tantas persuasiones cedieron los grupos
guerrilleros para firmar lo que ellos anhelaron desde un comienzo: la paz, esa
paz esquiva y escasa que como una enemiga huía de ellos, y en la
esperanza de obtenerla decidieron dejar sus armas y empezar nuevas vidas
creyendo en las suntuosas promesas del gobierno que se mostró clemente y justo.
En ese momento sintieron que su lucha había sido exitosa pues ya había acabado esa guerra que ellos tanto odiaron pero que por la preservación de sus vidas fue imperante hacer parte de ella; lo que no sabía era que después de ese momento el gobierno los vio que estaban vulnerables y desarmados y aprovechó para acabar con todos, creando movimientos paramilitares, que los buscaban donde estuvieran asesinándolos junto con sus familias.
En conclusión, los mismos que originaron la guerra han sido los mismos que la han llevado a cabo sin parar, sin lamentarse, sin tener piedad, solo por satisfacer sus intereses por sembrar autoritarismo y crueldad para que nadie ose llevarles la contraria, para que nadie busque la libertad y puedan siempre manipularnos a su voluntad.
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