2/26/2012

Hablando de mujeres y traiciones...


Por: Sergio Guevara

Es natural encontrar a cada mujer con una capacidad innata para mentir tranquilamente, mantener sus mentiras y acordarse perfectamente de todo lo que ha dicho al pie de la letra. Y es que como dice una frase que escuché en algún lugar sin nombre un día sin fecha:

“el mejor mentiroso es quien se cree sus propias mentiras”

Sin ánimo de ofender a nadie, quisiera demostrar en este escrito que entender a las mujeres no es tarea fácil (por no decir que es imposible) y que su mente funciona de una manera fría y calculadora.

Como en cualquier caso es imposible generalizar, simplemente siento que en la vida el hombre siempre ha sido víctima de las mentiras, manipulaciones y cambios de humor que en definitiva son totalmente confusos y hacen imposible la tarea de entender a la mujer. Sin embargo, si analizamos el porqué de las mentiras  y de todas estas triquiñuelas, podríamos deducir que todo radica en el interés de llamar la atención y parecer así, que todo el mundo gira entorno a ellas. Es por eso que existen las riñas entre pares de estos seres que se sienten amenazados en su territorio cuando otra mujer llega a invadirlo con sus propias artimañas, que terminan siendo las mismas.

La psicología inversa es su arma más letal, cuando al preguntar si están bien y la respuesta es ¡Ajá!,  es de preocupación; así como tratar de descubrir sus mentiras es difícil por culpa de su mente calculadora, que termina por causar en el hombre un efecto contrario. Ejemplo: el hombre llega enojado y totalmente decidido a hacer un reclamo fuerte y que le deje en claro que la acaba de descubrir en su mentira y basta con que la mujer responda enojada a eso, lo niegue y diga que se siente ofendida, para que él se sienta como el peor ser humano sobre la tierra y termine pidiendo perdón.

Si crees que ella está bien, no estés tan seguro; si la vez sonriendo con tus amigas piensa si de veras lo hace sinceramente o es otra jugarreta más, todo esto y su manera de mentir, hacen a la mujer como el ser más enigmático sobre la faz de la tierra, ni el cazador de cocodrilos (Q.E.P.D) fue capaz de estudiarla en su programa.

Pero bueno, como dice la canción “No queda otro camino que adorarlas”

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