3/10/2015

Venezuela, en caída libre y sin ayuda

Es indudable desde hace ya varios años que Venezuela ha sido gobernada por dirigentes sin la capacidad para sacar un país adelante.

Cuando estaba Hugo Chávez en el poder, a veces eran más o menos evidente, sus salidas de tono y controversias sobre todo contra los países como EE.UU. le hicieron ganar adeptos y detractores a lo largo del mundo.

A pesar de esto, siempre tuvo una ideología clara, un pensamiento que lo llevó primero a intentar un golpe de Estado y más tarde a ser presidente por poco más de 14 años.

Con el pasar del tiempo su gobierno fue perdiendo credibilidad, sus problemas de salud y la poca fiabilidad que empezaba a generar ante propios y extraños, finalmente terminaron con el nombramiento de Nicolás Maduro.

Fue esta la materialización del fin de la lucha de Hugo Chávez, no por su consecuente muerte sino por la asignación de alguien que toda su vida lo único que supo hacer fue andar a las espaldas de él, y luego sin tener a quien seguir,  el naufragio de ese barco era evidente.

El problema ahora es la falta de apoyo hacia el pueblo venezolano, ya de por si es casi imposible ejercer el derecho a la libre opinión, en el estado dictatorial en el que se encuentra Venezuela.

Tanto la oposición como los medios y el pueblo son callados y/o encarcelados, es en este punto en el que los gobiernos internacionales deberían actuar frente a las injusticias cometidas en dicho país, pero no, el presidente Juan Manuel Santos como de costumbre, y como bien supo hacer desde su llegada a la presidencia no deja de alcahuetear los actos inhumanos y antidemocráticos de los vecinos.

Primero, aceptó al impuesto presidente Maduro, incluso bajo las sospechas y testimonios de falsificación de votos, y ahora frente a todos los casos que se han presentado en contra de la oposición como algunos encarcelamientos y torturas, no ha dado su voz de apoyo al ya muy desgastado pueblo venezolano.

Así es como el presidente Santos, por no perder las “buenas relaciones” prefiere pasar encima de todo un país. Tal cual cómo va a hacer con el proceso de paz donde ya dijo que “... La justicia no puede ser un impedimento para la paz” para aclarar que hará todo lo posible para que estos criminales no sean extraditados.

Un presidente que no es capaz de ayudar a un país vecino, que prefiere recibir el agradecimiento de un dictador posesionado ilegalmente, debido al apoyo que Santos le profesa, antes que el reconocimiento de su pueblo por una correcta labor y que considera que la justicia puede ser un impedimento para lograr la paz, no es una persona digna de tener a cargo suyo un país como Colombia... He dicho.



Por: Nelson Aldana.

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