Cuando Marco Antonio Franco llegó al colegio Caldas de
Villavicencio, en 1954 con tan solo doce
años, a cursar su bachillerato, no imaginó que gracias al tercer puesto del Concurso
Nacional de Locución, se consagraría como uno de los grandes del periodismo
llanero.
El hombre que siempre se caracterizó por ser sagaz e incisivo
en sus posiciones, conocido porque lograba sacar a flote la verdad, evidenciar las realidades que acontecían y
porque era el único que le ponía la ‘cornetica’ al gobierno de turno para
buscarle solución a una problemática.
700.000 corresponsales son el resultado de 53 años de
trayectoria periodística. Atrapó audiencias porque él siempre gritó por los que
callaron y nunca pidió votos.
Foto vía: @NoticieroMAF983 |
En el año 2000 Marco Antonio regresó a Villavicencio luego de
manejar la Súper Estación en Bogotá,
para crear su propio noticiero ‘Marco
Antonio Franco Informando’ el cual abrió
sus micrófonos al pueblo para denunciar cualquier anomalía. “La voz del pueblo es la voz de Dios” esta frase característica, lo motivó cada mañana a realizar una oración en su noticiero para iniciar el día.
“Era un profesional íntegro e impecable, un apasionado por
la lectura, leía todo el tiempo para preparar muy bien sus emisiones” expresó su colega Luis Alfredo
Zapata López.
Debido a sus problemas de salud tuvo que apagar su micrófono
y dejar el noticiero en octubre de 2013, en manos de Misael Fierro Guayara.
Lamentablemente sobre las 8 de la noche del 15 de febrero del presente año
en su casa, murió. Marco Antonio Franco es toda
una institución y legado para el periodismo llanero el ‘papá de los noticieros’
y la ‘voz de la verdad’.
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