Aunque
no lleva en su sangre el joropo, Andrés Ruiz Malaver se ganó el cariño de todos
los llaneros, al poner en la lista de clasificados a los Olímpicos de Rio 2016
el departamento del Meta.
Nacido
en Bogotá, y con 27 años, el maratonista hoy inscrito en la Liga de Atletismo
del Meta, jamás pensó mientras hacia sus estudios en el colegio Luis Vargas
Tejada en la capital, que el correr le iba a dar un techo, una familia y mucho
menos una vida, pues sus días de adolecente eran como los de cualquier otro,
tranquila y sin contratiempos mayores a los habituales.
Con
un técnico en Gestión Contable y Financiera, Ruiz junto a su esposa y también
atleta Patricia Mojica, formaron una familia que creció con la llegada de Juana
Lucia hace dos años y medio, ellas lo han acompañado y apoyado en cada paso que
da, esos que lo ayudaron a llegar a Rio.
“El
gusto por el deporte, fue más que todo por casualidad, me encontró más a mi,
que yo a él”, cuenta Andrés mientras confiesa que el primer deporte que lo
cautivó fue el ciclismo, pero por cuestiones de recursos económicos no pudo
continuar, aún así, su madre Adela Malaver, fue la impulsadora para que el
Bogotano no dejara de hacer deporte. “Mi mamá para que yo estuviera un poquito
más juicioso, me llevaba a Monserrate a hacer deporte, a acompañarla junto a mi
tía” dice.
Fue
allí cuando conoció a unos atletas Máster, que al verlo le propusieron correr.
“Yo de atletismo no sabia nada, no me parecía atractivo, no me gustaba la
verdad”, sin embargo le quedó la “espinita” y aceptó ir al día siguiente al
parque Montes, eso para un octubre del 2006, fue entonces cuando todo comenzó.
Los
primeros tres años, mientras estuvo en el parque Montes no perteneció a ningún
equipo, luego le recomendaron ir a la liga de Bogotá. Ahí entrenó unos meses
con el coach Mauricio Ladino, pero las cosas no funcionaron. Siguió entrenando
por su cuenta unos meses; posteriormente llegó al parque el Tunal y allí
conoció al entrenador del Meta Antonio, pero nuevamente no pasó nada ya que
sufrió una lesión, por eso decidió entrenar sólo “yo dije, si funciona bien, y
si no pues dejo de correr”, en ese momento fue cuando nació la alianza con la
liga del Meta, y aunque el lazo con su entrenador se cortó, su vinculación con
liga continuó.
“De los diez años que llevo entrenando, 7 de esos me he
dedicado a leer, a estudiar, y a analizar, ya llevo 7 años entrenándome sólo,
junto a mi esposa patricia” dice.
Andrés
no cuenta con patrocinadores, tampoco recibe apoyo de la Liga del Meta, la
única retribución que ha tenido es por la medalla de plata ganada en los Juegos
Nacionales del 2012, pero por la que logró en el 2015 en los mismos juegos, no
ha recibido nada. “En cuanto a patrocinadores no nos han buscado, pero nosotros
tampoco los buscamos, así tenemos calendario libre”, asegura.
Ha
corrido 11 maratones y aún recuerda su primera carrea en el Campeonato Nacional
de Maratón en San Andrés en diciembre del 2011, ahí quedo en la tercera
posición con un tiempo de dos horas 39 minutos. También ganó la Rio Cali 2011 y
el maratón de Panamá en 2013, todos estos logros, sin entrenador, pues Andrés
se dedica a leer, estudiar y analizar para poder mejorar su marca.
“Sin
pensarlo el atletismo se convirtió en mi vida, me dio una familia, me dio el
techo que tenemos ahora, cambió todo, cambió mi vida”. Asegura Andrés.
Desde
que inició su carrera como maratonista siempre soñó con estar en unos
olímpicos, pero no pasó por su mente que eso fuera a suceder para las Olimpiadas
de Rio, pues sabia que Colombia tenía atletas mas experimentados que él, a
decir verdad, estaba mentalizado para mejorar su marca para Tokio 2020, pero
fue gracias a un tiempo de dos horas y 17 minutos que consiguió en el Maratón
de Lala en Torreón, México que está en la lista de corredores que representará
al país.
“Es
un logro muy importante, es una satisfacción muy grande el trabajo de tantos
años, que le da a uno mucha moral, mucha alegría y motivación porque se sabe
que las cosas se han hecho bien, se han hecho con las uñas, pero se han hecho
bien, con mucho sacrificio, con mucha humildad y mucha honestidad” declara
Andrés respecto a lo que siente desde aquél momento en México. En cuanto a su
vida sigue igual, sigue en la búsqueda de un buen futuro para su hija y su
esposa, que le genere una vida más tranquila.
Aunque
respeta el nivel de los deportistas que se van a concentrar en las tierras
brasileñas, Andrés reconoce que hay otros aspectos que hacen de esta carrera algo
más especial. “Lo difícil, más que los rivales va a ser el clima y la
topografía que sea para el recorrido allá en rio, dicen que va a estar húmedo o
caliente, que es muy relativo el clima allá en Brasil”, asegura.
El
bogotano sin duda ya se está preparando físicamente para la competencia, sabe
que el clima y el recorrido serán complicados, pero siente confianza en sus
capacidades. “Yo entreno en Bogotá, pero a mi no me va bien corriendo y compitiendo
aquí, me cuesta bastante la competencia, pero cuando voy a correr a tierra
caliente me va muy bien, en cuanto a eso tengo confianza, porque el clima puede
ser un factor que me favorezca, y si llego en buenas condiciones se que se
puede hacer un muy buen papel” dice.
Por ahora se aferra a Dios, pues le agradece a él lo que ha
logrado y posiblemente lo que va a lograr en el futuro; agradece que ahora
cuenta con la ayuda del Comité Olímpico Colombiano que lo apoya con una
mensualidad económica desde el mes pasado, y por supuesto espera poder tener un
actuación que lo lleve al podio en su próximo reto: Los Juegos Olímpicos de Rio
2016.